Un tercer piso de la institución educativa Los Comuneros que estaba en obra negra y era escondite y refugio de gatos, palomas, ratas y otros insectos, desde el año anterior es un reluciente establecimiento que permite a 200 estudiantes la formación, en sus amplios salones y espacios construidos.

La rectora de la institución, Gloria Isabel Vargas Hortúa, recuerda el lamentable estado del espacio olvidado y el constante peligro para la comunidad estudiantil.

“Llegué a esta institución en el año 2016 y encontramos una planta física grande, pero sin terminar. En la administración del doctor Rodolfo se pudo terminar de construir el tercer piso que estaba en obra negra”, manifestó.

La funcionaria entregó un balance positivo de obras que durante los dos últimos años su institución recibió del Gobierno Local.

Para complemento de la infraestructura, el Gobierno Municipal a través de la Secretaría de Educación entregó una importante dotación en mobiliario para cada nueva aula construida.

Hoy los estudiantes cuentan con un salón para ciencias naturales, química y física, aulas que no tenían antes. “Estamos esperando que se termine el proceso de compra y por Acuerdos Escolares para terminar la dotación”, explicó la rectora.

El tercer piso quedó habilitado con auditorio, sala de lectura, área de artística y seis salones de clases. “Esperamos que en el 2020 tener más capacidad para atender más estudiantes”, dijo.

Mesones, sillas, armarios, mesas, butacas, tableros y estantes fueron estrenando por la comunidad educativa conformada por 900 estudiantes en las dos jornadas.

Ana Leonor Rueda Vivas, secretaria de Educación, señaló que se invirtieron en el acabado del tercer piso $158 millones que terminó su ejecución en el mes de febrero de 2018.

“Con estas obras la institución educativa está logrando tener mayor cobertura y un mejor uso de los espacios y ambientes de aprendizaje”, precisó.

Por: Édgar A. Sánchez